No es tan descabellado que una camarera o barista sea capaz de emparejar a la gente por sus gustos, me imagino que ven todo tipo de personas pasar por sus lugares de trabajo y si se fijan un poco podrían hacer las abstracciones que hace la protagonista del libro.
Jane quiere estudiar diseño en una escuela cara, pero no tiene dinero para la carrera. Mientras contempla su sueño, es decir, compañeras de colegio que si que estudian la carrera que ella quiere, va al último curso del instituto y sirve cafes en una cafetería cercana. Una tarde emparejará a dos de sus clientes por sus pedidos de cafe y pronto descubrirá que tiene una especie de don para ello. Y su jefe no dudará en "explotarlo" para atraer más clientela. Mientras Jane lo único que quiere es que Will se fije en ella.
Si, le he dado cuatro estrellas, porque es un poco previsible, y porque toda la parte de Em y su pelea me suena un poco "débil", creo que podría haberse explotado todo eso un poco mejor. Pero el libro es encantador y aunque me ha costado un poco entender las largas frases separadas por guiones que intentaban hacer de adjetivos, es un libro para releer y recomendar.
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