Esta autora me encantó con la trilogía de Wake (aún tengo pendiente leer el último libro, que he mirado solo por encima, las críticas tan dispares me asustan un poco porque los dos primeros libros me encantaron y no quiero que el tercero me los estropee).
Kendall, nuestra protagonista, tiene OCD (desorden obsesivo compulsivo) y necesita hacer ciertas cosas para mantenerse tranquila, como ordenar las mesas, alinear las cortinas, contar cosas. Vive en Cryer's Cross, un pueblo pequeño en el que todos se conocen. Cuando desaparece Tiffany, una compañera suya, el mundo "seguro" de Kendall se tambalea. Pero ya se desmorona cuando su mejor amigo y novio, Nico, también desaparece. Empezar a recibir mensajes a traves de los grafitti de las mesas de la clase no mejora su situación. Tiene que ayudar a Nico, porque es él el que le manda los mensajes ¿o no?
La narrativa de este libro es cruda, tensa, real, no enmascara el OCD, ni lo hace más bonito. Podemos sentir la ansiedad de Kendall cuando no puede jugar al futbol, podemos casi verla colocando las mesas de la clase. Y me ha recordado a las historias que leía hace mucho tiempo, historias inquitantes de misterios y cosas escalofriantes.
Me ha gustado mucho. Le he dado un 4, pero solo porque los nombres de los personajes y su background no han acabado de llegarme. Me ha costado mucho entender a Jacian, pero menos a su hermana.
Kendall, nuestra protagonista, tiene OCD (desorden obsesivo compulsivo) y necesita hacer ciertas cosas para mantenerse tranquila, como ordenar las mesas, alinear las cortinas, contar cosas. Vive en Cryer's Cross, un pueblo pequeño en el que todos se conocen. Cuando desaparece Tiffany, una compañera suya, el mundo "seguro" de Kendall se tambalea. Pero ya se desmorona cuando su mejor amigo y novio, Nico, también desaparece. Empezar a recibir mensajes a traves de los grafitti de las mesas de la clase no mejora su situación. Tiene que ayudar a Nico, porque es él el que le manda los mensajes ¿o no?
La narrativa de este libro es cruda, tensa, real, no enmascara el OCD, ni lo hace más bonito. Podemos sentir la ansiedad de Kendall cuando no puede jugar al futbol, podemos casi verla colocando las mesas de la clase. Y me ha recordado a las historias que leía hace mucho tiempo, historias inquitantes de misterios y cosas escalofriantes.
Me ha gustado mucho. Le he dado un 4, pero solo porque los nombres de los personajes y su background no han acabado de llegarme. Me ha costado mucho entender a Jacian, pero menos a su hermana.
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