Cuenta la historia de R, un zombie cuyo entretenimiento es subir y bajar las escaleras mecánicas del aeropuerto. Un día se come a un chico y a través de los flash que percibe al comerse su cerebro empieza a ver con otros ojos a su novia, Julie, de la que se enamora.
¿Puede enamorarse un zombie? Es difícil de creer, sobre todo cuando empiezas a ver el mundo desde el punto de vista de uno de ellos. Me encanta cierto momento del principio en el que R explica que cuando uno de los zombies tiene un arrebato de acción como "ir a por comida" el resto le sigue, porque dichos momentos son muy raros.
Puede no gustarte la historia, o cómo está escrita, pero el ambiente del libro es una joya. Puedes creer que estás dentro de la mente de un zombie, puedes creer que la vida de un zombie es así. Además, una vez que lo empiezas, no lo sueltas, al menos es lo que me pasó a mí.
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